miércoles, 23 de abril de 2008

DÍA DEL LIBRO (23 de abril de 2008)

¿QUÉ ES EL LIBRO?
Según un texto del "Códex Miscellaneus" del siglo XI, "el libro es lumbre del corazón; espejo del cuerpo; confusión de vicios; corona de prudentes; diadema de sabios; honra de doctores; vaso lleno de sabiduría; compañero de viaje; criado fiel; huerto lleno de frutos; revelador de arcanos; aclarador de oscuridades. Preguntado responde, y mandado anda deprisa, llamado acude presto, y obedece con facilidad. Fin".
Todo eso me parece magnífico, pero tal vez el mayor regalo que pueda ofrecer un libro o un cuento se dé cuando bajo la apariencia de entretenimiento permite que el lector traspase los límites del tiempo y el espacio y viva las vidas de sus personajes; viviendo (valga la redundancia) en las alas de la imaginación y como estando atrapado en las maravillosas luces de una arco iris etéreo. Esta transliteración de la visión interior del lector ofrece una posibilidad increíble: una mente que se abre a una nueva comprensión.
Tal es así que os invito a que leais el cuento "El saltamontes verde" de Ana María Matute. (Podría haber elegido cualquier otro cuento, pero este es el que más pronto me ha venido a la memoria porque es de los menos leídos y de los más entrañables, entre miles y miles que hay publicados). En él, su autora, nos presenta la historia de Yungo, un niño mudo que va por el mundo en busca de su voz. Lo que sigue y cómo acaba el cuento lo tenéis que descubrir vosotros/as leyéndolo. ¡Animo!
Por último, me vais a permitir que escriba una cita al respecto y una sencilla poesía de mi "cosecha".
"Si a cambio de mi amor a la lectura viera a mis pies los tronos del mundo, rehusaría el cambio". (Fenelon -1651/1715- Escritor y Teólogo francés).

POR UN LIBRO YO ME "PIRRO"

Hastiado/a en mi habitación,
en bata y en camisón,
me pregunto y me digo:
¿Qué hago aquí hecho/a un higo
si por un libro
yo me "pirro"?

¡Bah! Estoy bien en mi nido.
¡Me importa un pepino
lo que piense el vecino!
Pero... ¡Si por un libro
yo me "pirro"!

Bueno, ya me decido:
Del hastío me libro
y al suelo me tiro;
pues, por un libro
yo me "pirro".

Ya salgo de mi nido.
En el espejo me peino y me miro.
Salgo al instante de este nido
y a la biblioteca me "piro",
con paso firme y decidido;
pues... POR UN LIBRO
YO ME "PIRRO".

Andrés.

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