miércoles, 25 de noviembre de 2009

LA POMPITA PLEF: "DOCERE ET DELECTARE"

A MANERA DE INTRODUCCIÓN

Decía una máxima de la instrucción romana que regía la actividad intelectual de aquellos tiempos: "DOCERE ET DELECTARE" (ENSEÑAR Y DELEITAR). Y es verdad, ya que, si no por similitud, pero sí por aproximación, en este Centro se ha producido esa máxima al tomarse una decisión que es practicada, a veces, por los alumnos/as en esa doble dirección: "Se enseñan y se divierten".

Pues bien, y siguiendo el hilo de mis placenteros, alocados y heteróclitos escritos (eso creo, con respecto a lo de placenteros), y con un entusiasmo bastante atemperado ya por la ternura, debido a la edad; voy a escribir en este magnífico BLOG una poesía, de mi propia "cosecha", haciendo referencia a dicha decisión.

Como siempre, mi intención es la de entretener a los lectores unos minutos. La reflexión la dejo al libre albedrío de los mismos. Y, como siempre, esta traducción ha pasado de Internet a manos de nuestra encantadora Amanda Molinaro, especialista del Idioma Inglés, para su mejor corrección.

BY WAY OF INTRODUCTION
There's a Roman maxim saying that was used to govern the intellectual activity of those times: "DOCERE ET DELECTARE" (TO TEACH AND TO DELIGHT). And it is true, since, if not by similarity, but by approximation, in this Center the maxim has taken place to form a decision that is practiced, at times, by the students in that double statement: "They are taught and
they entertain.
Therefore, in continuing the thread of my pleasant, scatterbrained and heteroclitic writings (that I present in high regard), and whith enough enthusiasm adjusted already by my tenderness, due to age,; I am going to write in this magnificent BLOG a poem, of my own "crop", referring to said decision.
As usual, my intention is that of entertaining the readers for a few minutes. I leave the reflection to your free will. And as usual, this translation has been passed on from the Internet by means of our magician Amanda Molinaro, specialist of the English Language, for its better correction.
HIGIENE EN EL C.E.I.P. "ANGEL DE HARO
LA POMPITA DE GEL, LLAMADA PLEF
La Dirección, acorde con la Delegación
y siguiendo su didáctica instrucción,
decidió en una reunión
poner en los lavabos una dotación
de dosificadores de gel.
Al alumnado de los cursos "A" y "B"
la idea les encantó mogollón,
muy mucho y un montón;
ya que nos quieren presentar
a la pompita Plef
que en el líquido jabón,
por arte de magia, está
ese mielino y siruposo gel.
A la pompita Plef
le encanta y le priva jugar
con las manos de Miguel,
las otras de Isabel
y con las orejas de Manuel.
Es muy traviesa Plef,
pues se expande por doquier,
choca contra la pared,
sube a la cisterna y cae otra vez.
Todos y todas la quieren coger,
pero se escabulle para desaparecer,
haciendo un ruidito así: "¡Plef!"
¿Cómo no la van a querer?
¡La pompita Plef es divertida y fetén!
Andrés.

lunes, 25 de mayo de 2009

¿QUÉ ES NO CONOCER LOS COLORES?

A MANERA DE INTRODUCCIÓN:

Decía D. Ramón de Campoamor:

"En este mundo traidor
nada es verdad ni mentira;
todo es según el COLOR
del cristal con que se mira"

Evidentemente, D. Ramón no se refería aquí al COLOR como espectro solar. Luego dejemos aparte los poemillas breves de sus "Humoradas", que a mí me gustan mucho, aunque sean bastante superficiales y faltos de lirismo.

Pues bien, hacía mucho tiempo que no se me daba el caso de que un niño, en el aula de P.T., no conociera los colores; y, en este curso escolar, he tenido uno.

Agraciadamente, hace unos pocos meses que ya los conoce, pero entonces no tuve más remedio que indagar en ese tema en cuestión para enseñárselos como es debido. Dicho tema es el que voy a exponer en este magnífico Blog por si sirviera para alguien más.

¿Qué es no conocer los colores?

Cuando un niño/a, de P.T. o no, no "conoce" los colores, esto no quiere decir que no los distinga: Todo el mundo (a no ser que haya una anomalía de la visión), distingue los colores. Cuando se dice que un niño/a no conoce los colores, significa, bien que no los utiliza como proceso de diferenciación, bien que no posee el concepto de color, o bien que, aún sabiendo a qué se refieren las palabras que designan los colores, no sabe asociar el nombre que conviene a tal percepción coloreada en una lengua determinada.

Analicemos más en detalle estos tres comportamientos:

- El niño/a no utiliza los colores como criterio de diferenciación.
Supongamos el ejercicio siguiente: se toman fichas rojas, azules y blancas y se le pide al niño/a que ha de jugar a hacer montones "iguales"; antes se ejecuta el ejercicio delante de él o ella para que sepa de de qué se trata. Si el niño/a no realiza el ejercicio, es que no ha captado el principio de diferenciación que se ha de utilizar.

- El niño/a utiliza el color como criterio de diferenciación sin que, sin embargo, llegue a alcanzar el "concepto de color". Es el caso del niño/a que sabe que hay que pararse ante el disco rojo del semáforo y pasar ante el verde, pero que, aparte de esta circunstancia particular, es incapaz de designar el rojo o el verde entre otros colores. En realidad, se trata de un simple comportamiento condicionado.

- El niño/a utiliza el color como criterio de diferenciación y ha aprendido el "concepto" de color, es decir, que sabe que ciertas palabras muy determinadas se refieren en todas partes y en todos casos a una percepción coloreada, pero no sabe asociar tal palabra de su lengua a tal parte del espectro solar; y, a la pregunta: "¿De qué color es?, el niño/a responderá cualquier nombre de color, o bien confundirá sistemáticamente dos colores, por ejemplo, el rojo y el amarillo, o el azul y el verde.

Sencillos ejercicios destinados a llevar al niño/a a atribuir una significación a la percepción coloreada:
Material: fichas o elementos de plástico.
Al principio se tomarán fichas de dos colores, luego de tres. Se le dirá al niño/a que va a jugar haciendo montones "iguales" y se comienza a hacer el ejercicio delante de él/ella. Puede suceder que no comprenda todo enseguida y coloque las fichas en cualquier sitio sin ocuparse del color. Entonces, hay que rectificarle hablando todo el tiempo para explicar lo que tiene que hacer, con el fin de que el niño/a pueda interiorizar las órdenes verbales. Se dirá por ejemplo: "No, mira, ese no es igual, vamos a ponerlo con los otros que son iguales, etc."
Material: láminas de identificación.
Se colocará la imagen del juego de lotería recortada sobre el tablero no recortado y se le dice al niño/a que encuentre la muñeca (o cualquier otro objeto) "igual" a ella, estando nosotros delante de él/ella mientras hace el ejercicio, rectificando los errores si no lo comprende, siempre comentando lo que hace y empleando los nombre del color.
Puede que algunos niños/as tarden mucho tiempo en comprender lo que se les pide. En este caso, no hay que desanimarlos, ni obstinarse en el mismo ejercicio hasta que lo haga bien. Entonces pasaremos a otro ejercicio, luego volveremos a aquél otra vez y con frecuencia constataremos que, de pronto, el niño/a ha comprendido y ha realizado el ejercicio.

Sencillos ejercicios destinados a guiar al niño/a para conseguir el concepto de color:
Material: conjuntos lógicos, juego de las multifamilias.
Sabemos que los conjuntos lógicos difieren por el color, la forma, la dimensión y la densidad. El ejercicio permitirá al niño/a dar valor al "concepto" de color entre los otros que van asociados en los objetos que se presentan. De igual manera sucede para las multifamilias: tomemos, por ejemplo, los "molinos" o las "velas". Para los molinos, encontraremos tres, de colores distintos; para las velas dos colores, entre otras diferencias. Si el niño/a hace bien los ejercicios, quiere decir que desde ese momento es capaz de analizar la percepción global y de extraer una "categoría" que sirve para juzgar la experiencia. El niño/a ha llegado a la idea del rojo o del azul "en sí", desprendida de toda experiencia particular.

Andrés.